El Mundial de México 1986 dejó una marca eterna en la memoria de los argentinos. Fue la primera vez que la Selección Argentina ganó fuera del país, también el que marcó la eliminación histórica a Inglaterra y que catapultó a Diego Armando Maradona como el mejor del mundo.
El momento en que el astro del fútbol argentino levanta la Copa y, frente a miles de espectadores, la besa con la energía que siempre lo caracterizó en la cancha quedó quedó inmortalizado.
El 29 de junio de 1986, en el Azteca de México, la Selección de Carlos Salvador Bilardo hacía historia. Ese día fue el final de un camino que había comenzado con dudas. Muchas críticas, en algunos casos con razón, acompañaron esa etapa del Narigón con la Selección. Pero el Mundial fue otra historia.
Diego Maradona brilló en México. Marcó cinco goles y cinco asistencias en los siete partidos de la Copa. Su rol fue determinante en el torneo: en los Cuartos de Final frente a Inglaterra, donde realizó los dos goles más icónicos en la historia de los mundiales, y las semifinales frente a Bélgica, donde también marcó por duplicado.
Para ese desafío mundialista, Carlos Salvador Bilardo creó un grupo de guerreros que llevó la alegría inmensa al pueblo argentino. Corea del Sur, Italia y Bulgaria quedaron atrás en la fase de grupos, donde Argentina salió primera. 1-0 en octavos a Uruguay, el histórico 2-1 en cuartos a Inglaterra con la magia de Diego, y un contundente 2-0 a Bélgica en semis llevaron a la Albiceleste a la final de la Copa del Mundo, ante Alemania Federal.
Con goles de José Luis Brown y Jorge Valdano, la selección arrancó ganando 2-0 pero los rivales Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Völler igualaron el partido y casi terminan a la ilusión de millones de argentinos. Pero tres minutos más tarde, Jorge Burruchaga marcó el 3-2 final y así los comandados por el Doctor, alcanzaron la gloria eterna.